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sábado, 24 de septiembre de 2011

No more lies!

Nunca entendí que te alejó ¿Qué error cometí?¿Qué absurdo, tonto, simple o burdo paso salteé?
Nuestra química era perfecta: eramos diamantes en bruto puliéndonos entre palabras, caricias, entre sueños. Eramos la fórmula perfecta para la eterna juventud.
El día menos pensado, tu mano se volvió áspera, lejana, al punto de no poder reconocerla. Comencé a extrañarte entre lágrimas de vino, whisky, tequila y otros venenos con sabor a alcohol.
El reloj aceleró mi pulso y el pulso presionó mi cerebro. Mis ojos se volvieron microscopios y te encontré. Sí, te atrapé cual ratón en trampera. Conocí su perfume, su labial, supe donde vivía y hasta los días en que la veías. Entonces juré imitarte, no por rencor si no para comprenderte.
Probé el color de otras pieles, el calor de otros suspiros y entendí que los tuyos no eran nada a comparación de aquellos que me hacían  estremecer.
Ahora logro entenderte, la infidelidad no es conmigo, es con ella. El verdadero engaño es mío.
Llegas a casa y no lo entendés, las maletas tras la puerta y yo, dentro, bebiéndome las antiguas lágrimas en finas copas de cristal.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Time to say goodbye.-

Su cuerpo tembló súbitamente, pareció que un rayo había entrado en su cuerpo.
Durante días había estado en cama, como si algo la hubiera pegado, como si la gravedad fuera más fuerte sólo en esa habitación, específicamente sobre su cuerpo. Algo la aplastaba, la atrofiaba, trastonaba y consumía, poco a poco, lentamente.
Antes fue una chica feliz, de ésas que emanaban locura sana y diversión por cada poro de su piel. Adoraba el olor a lluvia en las tardes de primavera, y se ponía triste si el Sol ocultaba su bello amanecer en verano. Pero una noche apoyó su cabeza en la almohada y nunca más volvió a levantarse, nunca más disfrutó los amaneceres ni olió lluvias.
La fiebre subía y bajaba como si estuviera jugando inocentemente. Los delirios eran tan fuertes que nunca  sabías que continuaba... furia, amor, llantos, gritos, nunca calma; nunca paz.
En las últimas horas pareció la misma de antes. Un brillo extraño drenó esperanza, pero la cruda realidad le dio el desdén de la razón. Me llamó, me senté a su lado; puso sus manos sobre mis mejillas y me sonrió... esa sonrisa que exclamaba a gritos un "Te amo", esos ojos que susurraban un "adiós".
Le acomodé su almohada, volvió a recostarse, besé su frente y tembló. Tembló como si mil frios la hubieran recorrido, exhaló el suspiro más dulce por última vez.

viernes, 26 de agosto de 2011

Woman.-

Era dulce y eléctrica, una persona cautivadora, silenciosa. Adoraba sentarse y observar todo detenidamente. Solía verla pasar una, tres, hasta diez veces, frente a mi casa, donde los barcos atracaban ansiosos por el nuevo regreso.
Era ese tipo de personas que se transformaban de una manera sorprendente: un poco de música, y aquel silencio interno se transformaba en algo atípico. Volvíase elocuente de un momento a otro, como una tormenta de danzas y sonidos que la abarcaba por dentro hasta hacerla estallar, hasta liberar por cada poro toda aquella luz interna.
La última vez que logré verla, danzaba bajo la cálida luz del atardecer, rodeada por ese brillo extraño que uno suele ver cuando ve las hadas, cuando ve un ángel, algo divino, místico. Toda esa gloria la envolvió mientras ella seguía moviéndose, de manera hipnotizante, hasta desaparecer en un pequeño destello... un destello que nunca más se volvió a ver, nunca.

jueves, 25 de agosto de 2011

Caso cerrado.-

Corrí por un largo callejón intentando escapar de ella. Su maldita presencia me irritaba a diario al punto de necesitar huir.
Todo comenzó hace algunos meses, cuando una noche, alguien comenzó a seguirme. Un susurro constante me persiguió desde los primeros días de este crudo verano. Al principio, nada era normal. Despertaba por las mañanas rodeada de dinero, con ropa ensangrentada, y las noticias en los diarios no dejaban mucho a la imaginación desde mi postura. No había error de cálculos, debía eliminar ese perverso espíritu que trastornaba mi personalidad... ¿cómo? era la pregunta, ¿cómo eliminar algo que estaba en mi subconsciente sin terminar tras barrotes de hierro, encerrada de por vida? Estaba hecha para ser libre, para gritar en una tarde de primavera, enfermarme por caminar bajo la lluvia y oler el otoño en cada calle. No estaba hecha para estar encerrada, a la sombra, cumpliendo condenas, al fin y al cabo yo no era responsable de nada, ¿o sí? No, yo no había asesinado, no había robado, no había enterrado testigos e inocentes en aquel jardín abandonado.
Necesitaba liberarme de ella, de esa persona que cambiaba mi mente, pero debía enfrentarla sola, nadie podía ayudarme.
Atrapada en éste callejón, solo encontré una salida. Llegué a un techo, miré al precipicio y creí que podía volar. Me arrojé desde el techo como si no hubiera nada que me impidiera volar, como si  la gravedad se anulara... morí.
Mi cuerpo fue encontrado, lleno de marcas y la cruel carta del destino tendiendo en una mano. Nadie podía ayudarme, recurrí a la peor solución. Preferí la libertad de mi espíritu antes que el encierro de mi cuerpo.

martes, 23 de agosto de 2011

Feliz cumpleaños!

Hoy, no va a haber personajes ficticios, historias imaginarias, dulce de leche en oraciones, romanticismo en exceso ni nada por el estilo. Hoy, es mí cumpleaños. Diecisiete años, un abrir y cerrar de ojos que de repente me puso acá. Más allá de que tuve demasiadas expectativas, que lo esperé demasiado, fue un día extraño.
Creo que todos tenémos un año en el que nos hace un "click", y creo que éste fue el mío. Un abrazo y un par de palabras inesperadas cambiaron todo. De repente me di cuenta de cuantas cosas dejé atrás, de cuantas otras mantengo presente, de las cosas que viví, oportunidades fallidas, momentos únicos, y cosas que ahora ya no vienen tan al caso. A lo que voy, es que a pesar de que pasaron diecisiete años, recién ayer sentí algo diferente, fue como cruzar una línea entre el verdadero pasado y lo que quiero ser, aunque esto último todavía no esté del todo claro.
Gracias por todo, por los abrazos, por las lágrimas, los mensajes, firmas, mails, regalos, gracias por formar, en cierto modo, parte de mí, tanto los que me quieren, me aman, me aprecian y hasta, ¿por qué no? los que me odian. Todos forman o formaron parte de mi vida, con la distancia de por medio las cosas se fortalecen o se pierden... lamentablemente no puedo evitar que las cosas se sequen y mueran, pero siempre va a quedar en mí ese sentimiento de: Alguna vez fuimos grandes amigos/as. Así que nada, diecisiete años, bienvenidos sean (:

domingo, 21 de agosto de 2011

Tras las puertas.-

Deja tu segunda piel detrás de la puerta, detén los relojes cuando la cierres tras de ti. Olvídate de todo lo que existe afuera y preparémonos para amarnos sin piedad.
Quiero poder gritar tu nombre sin que nadie me mire raramente. Quiero sentirme tuya, acobijada en tus brazos.
Sentir el calor de tu cuerpo, cuando te acercas, es el único calor que necesito para poder seguir. Enredada entre tus brazos, siento que ningún frío es cruel, que nada podría matarme.
Te pido que te olvides de ella, de ellos, de aquel jefe agobiante que siempre tiene la misma corbata anaranjada y nunca te deja libre el tiempo que realmente te corresponde, que olvides a esa mujer de sonrisa bonita que siempre te mira cuando esperas los semáforos en rojo. Olvídate del Universo y solo piensa en mí. Penetra mi perfume, siente la seda de mi piel, vuélveme loca en una sola risa, y desbarata mi pelo cual viento de tormenta. 
Seamos uno los dos en medio de una locura, de un desastre. Creemos el Apocalipsis dentro de cuatro paredes. Amémonos durante ese tiempo en el que los relojes se detienen y todo es pasión.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Destiny.-

Dos personas, sentadas, intentando atravesarse, rosarse. Esperando que algo suceda, que algo los motivara, tratando de desnudarse con cada palabra.
Dos personas diferentes, con una idea en común, amar.
Buscaron, se destrozaron, hirieron y lastimaron. Quedaron en un naufragio, vacíos y carentes de toda esperanza e ilusión.
Eran como dos puntos que cada vez se alejaban más y más en una misma recta, hasta que el destino ¿cruel o benigno? los sentó ahí. Los puso frente a frente como un desafío, como para enfrentar sus propios miedos y así esperó. Los miró desde afuera disfrazado de viento, intentando moverlos con su propia y delicada fuerza. Pero no hizo falta. El destino no les jugó una mala pasada. Ahora depende de ellos elegir el camino.